...

¿Recuerdas cuando éramos felices?
¿Sigues teniendo esos sueños que tenías en aquel entonces?
O quizás ya no te acuerdes de toda esa felicidad,
ese sentimiento que teníamos, sin pensar en la razón por la que eramos así.
Momentos que ya... no pueden suceder así como así.
Esos recuerdos que son tan irreemplazables como dolorosos...

...

Ven a mí, rosa herida.
Me desharé de todos tus pétalos marchitos,
y de todos tus dolorosos recuerdos.
Porque, aunque me sigas pinchando con tus espinas,
yo seguiré aquí,
esperándote,
por siempre.

Inercia

¿Tan importante te crees como para poseer mi mente y mi corazón?
Creeme, no tienes en tu poder ni mi más ínfimo detalle.

Cosas opuestas.

Cuando te veo, mil y un versos de amor vienen a mi cabeza.
Y, delante de ellos, se sitúa un escudo de odio y desprecio.
Amor y odio, tan diferentes y tan iguales cuando pienso en ti.

Sentimientos lejanos.

Prefiero bajar la cabeza,
para así no ver tu incógnita mirada ni tus ojos perdidos,
que bucan ese amor que está ya perdido en la lejanía.

Alegria

Lo siento por haberte hecho mal hace unos meses ya,
pero es que no sentía nada por ti, pero, sinceramente,
ahora eres mucho más feliz que si hubieras estado conmigo, creeme.
Me alegro mucho por ti, en serio.

He llegado a mi límite.

Basta.
Basta de amores no correspondidos,
de personas que no merecen mi cariño ni mi amor,
basta de tantas ilusiones hechas trizas.
Quiero ser feliz, y con ellos nunca tendré felicidad.
Me conformaré con la amistad, el afecto y los pequeños placeres de la vida.
Sí, con eso seré feliz, y mucho.

Opiniones.

Y ahora me doy cuenta de que ese supuesto amor que sentía hacia ti eran imaginaciones mías,
que el dolor que estuve sufriendo lo sufrí por gusto, y por masoquismo,
que en este momento sé que puedo vivir la vida con una felicidad total,
sin remordimientos, sin momentos amargos y sin tristeza.
Bueno, eso dice mi mente, pero mi corazón dice todo lo contrario.

Máscaras, remordimientos y demás.

Quisiera quitarme esta máscara que hay en mí,
que es tan grande que tapa todos mis sentimientos.
Sí, me gustaría ser mejor, ser real, no ser tan fría.
Desearía volver a hablarte y decirte todo lo que no pude decir,
y también me gustaría haberte dado toda la amistad que podía haber dado.
Pero, ya es demasiado tarde, esta máscara está fija,
nadie conoce mi verdadero modo de ser, ni me conocerán.